Si la base no está bien nivelada la pieza quedará torcida y con una impresión defectuosa.
El proceso es muy sencillo y simplemente consiste en apretar o aflojar los tornillos que tiene en sus extremos dicha base. La distancia adecuada que tiene que haber entre el espejo y la boquilla es similar al grosor de un folio de papel doblado por la mitad.
En el vídeo que os dejo a continuación podéis ver todo el proceso.